«Sólo era un bluesman. Creo que este será tu mejor epitafio, Rory. No padecías delirios de grandeza siendo conocedor de tu propio talento, y eso te hacía más grande. Humilde siervo del Blues que las musas negras amamantaron en una Irlanda tan blanca como las partituras que nunca necesitaste para interpretar una música que llevabas escrita en el corazón.

Al Blues se le ha caído una letra, colega. Gracias por todos los discos que nos has dejado en herencia y también gracias por los que no llegaste a grabar nunca, porque nos enseñas una vez más que la codicia desvirtúa el arte……..

………….Sólo eras un bluesman, eso es todo. Todo.»